Cafeína para la memoria

El café es la pasión de la mayoría de los adultos, para muchos, es el secreto para iniciar el día y hacer sus actividades con éxito.

El responsable de estos efectos es la cafeína, que actúa en el sistema nervioso central, mejorando el desempeño cognitivo aumentando la agilidad y la atención y reduciendo la fatiga. Diversas investigaciones realizadas en individuos en la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos en 2014, tuvo como participantes consumidores de cafeína asiduos. El resultado fue que los individuos que tomaron una píldora de cafeína obtuvieron mejores puntuaciones en las pruebas de memoria. Pero, ¿es realmente la cafeína un potenciador de la memoria? ¿Incide de manera directa en nuestros procesos neuronales posibilitando su mejora y rendimiento? Vamos a analizarlo con detenimiento.

¿Qué es la cafeína?

La cafeína es un alcaloide extraído de los granos de café; asimismo, es la droga estimulante más consumida en el mundo, teniendo como acción rápida la alteración del metabolismo del cuerpo, estimulando el sistema nervioso central, cardíaco y respiratorio. Se considera una sustancia psicoactiva, pues actúa sobre el sistema nervioso central estimulando el funcionamiento del cerebro.

La cafeína se puede encontrar en bebidas como el café y refrescos de cola, pero también se puede encontrar en algunos tipos de hojas, frijoles, frutas, cacao, cola y bebidas energéticas. Es común el uso de este estimulante en preparaciones de alimentos, suplementos, bebidas y medicamentos. Las fuentes naturales de la cafeína incluyen el guaraná, la nuez de cola, tés, yerba mate y, por supuesto, en el fruto de la planta del café.

¿Dónde se encuentra la cafeína?

La cafeína es un alcaloide. Estas moléculas son generalmente tóxicas y son utilizadas por las plantas con fines de defensa. Los alcaloides reciben su nombre por el hecho de que existen grupos amino en la molécula que le dan un carácter básico. Todos los venenos más importantes extraídos de las plantas pertenecen a este grupo: estricnina, morfina, atropina, hiosciamina, nicotina, etc.

La cafeína se extrae de los cafetos, pero no sólo. Otras plantas, como el guaraná y el mate, contienen concentraciones variables de cafeína, y el cafeto es un pequeño arbusto de hoja perenne que produce frutos, o más bien bayas, de un color rojo intenso. La droga consiste en semillas tostadas, comúnmente llamadas granos de café.

A día de hoy, incluso los granos sin tostar, que se llaman café verde, son muy utilizados y apreciados como adyuvantes para perder peso. Los granos de café verde se tuestan a 220 ° C para desarrollar el aroma y el olor característicos del café que utilizamos como bebida. El café tostado contiene una mayor cantidad de cafeína que el café verde crudo, sin tostar. En este último, la cafeína está ligada al ácido clorogénico en un complejo llamado clorogenato de cafeína. Este compuesto provoca una absorción más lenta y prolongada del café a lo largo del día.

Bebiendo el café tostado el pico de cafeína y por lo tanto de efecto excitador se alcanza después de 30-40 minutos; con el café verde la absorción es lenta, prolongada y continua a lo largo del día y favorece al hígado que es más capaz de metabolizar la cafeína. Pero no solo el hígado obtiene estas ventajas, también el cuerpo en su conjunto se beneficia mejor de las características de vigilancia, atención y vitalidad propias de la cafeína.

Propiedades de la cafeína

Las actividades fisiológicas atribuidas al café están relacionadas con el ingrediente activo más importante, la cafeína. La cafeína actúa

• Estimula al sistema nervioso central, aumentando la respiración y la acción de la musculatura esquelética (la controlada por nuestra voluntad y que permite realizar los movimientos).
• Estimula la actividad cardíaca, dilatando las arterias coronarias (arterias que rocían el corazón)
• Relaja los músculos lisos (responsables de movimientos involuntarios como la contracción de las arterias y órganos huecos)
• Promueve la diuresis

Por su parte, el café verde tiene propiedades especiales que lo han catapultado a la categoría de los suplementos con efectos adelgazantes. La acción es específica y significativa, pero obviamente sin una buena alimentación, el ejercicio y un estilo de vida saludable resulta insuficiente. El café verde actúa promoviendo una acción lipolítica sobre los adipocitos del tejido adiposo, volviendo a poner en circulación los ácidos grasos almacenados en las células. Estos ácidos grasos puestos en circulación en la sangre deben oxidarse, de lo contrario, al pasar a través del hígado volverán a su ubicación original.

La acción específica está determinada por una serie de metilxantinas contenidas en los granos de café verde, incluida la cafeína, y el café verde tiene una alta concentración de ácido clorogénico, que como se ha visto, une a la cafeína en el clorogenato de cafeína. El ácido clorogénico es un poderoso antioxidante, cuatro veces mayor que el té verde y actúa bloqueando la acción de los radicales libres, lo que de otra manera llevaría a la degeneración de estructuras moleculares complejas como células y proteínas. Los extractos de cafeína y las preparaciones de café verde están disponibles comercialmente en polvo o tabletas, el café verde también se encuentra en sobres con los que se pueden preparar infusiones.

¿La cafeína potencia la memoria?

En el terreno de la investigación, los resultados que se han obtenido tras la realización de diversas investigaciones relacionadas con la incidencia de la cafeína en la memoria son poco concluyentes. La ciencia avanza poco a poco y será preciso abordar esta cuestión desde diferentes puntos de vista para llegar a un consenso fundamentado acerca de los efectos directos de la cafeína sobre la capacidad cognitiva, concretamente, de la memoria. Así, algunos estudios han concluido de manera provisional que el consumo activo de cafeína tiene la capacidad de aumentar el rendimiento memorístico. En cambio, otras investigaciones han señalado que o no tiene ningún efecto o que sus efectos son discretos.

Tal y como señala el profesor e investigador Rodrigo A. Cunha, del centro de Neurociencias de Coimbra, en Portugal, "el hecho de que el efecto de la cafeína sobre la cognición
sea objeto de debate probablemente se deba a que las investigaciones al respecto han empleado diseños metodológicos distintos, lo que impide, a fecha de hoy, establecer conclusiones definitivas".

Pese a todo, las investigaciones continúan en la búsqueda de respuestas contundentes, aunque todo apunta hacia la existencia de diferencias cognitivas entre sujetos que ingieren cafeína y los que no. Además, los estudios avanzan de manera esperanzadora hacia la posibilidad de encumbrar a la cafeína como uno de los impedimentos en el avance de la enfermedad del Alzheimer, mejorando los síntomas y retrasando su aparición.

¿Cuál es la dosis de cafeína que debemos ingerir para el beneficio del organismo?

La dosis se sitúa entre 85 y 250 mg de cafeína siendo suficiente para obtener resultados, dando sensación de bienestar, mejora de atención y pensamiento. En dosis elevadas, por encima de 250 mg, puede ofrecer efectos de nerviosismo, insomnio, inquietud, temblores e incluso causar convulsiones, delirios y aumento de la frecuencia cardíaca. Por lo tanto, debemos consumir cafeína con moderación.