Descubre las propiedades del café

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El café es una de las bebidas más populares del mundo, únicamente por detrás del té y por supuesto del agua. La cafeína, uno de los componentes claves del café, es un compuesto que mantiene cierta controversia. Una gran cantidad de adultos consumen cafeína a diario, y es considerado el psicoativo más consumido del mundo, siendo el café la forma elegida para su consumo. En este artículo analizamos el clásico café que todos conocen, no el café verde del que muchos hablan en el último tiempo.

Índice

    Los orígenes del café

    Existen muchas leyendas en torno al origen del café. La evidencia más antigua sobre el consumo de café se produjo en la actual Yemen, en el siglo XV. Desde allí, el café se extendió por Egipto y el norte de África, y ya en el siglo XVI había sido distribuido por el resto de Oriente Medio, Persia, la Europa Mediterránea y de ahí al resto del mundo.

    Hoy día, el café está omnipresente en nuestra cultura. Allá donde vayamos podemos encontrar una cafetería, pero, ¿qué efectos puede tener nuestro amor al café para nuestra salud?

    Efectos sobre la salud

    La investigación sobre las implicaciones del café en la salud es compleja, pues el mismo tiene influencias diversas en las personas. Destacan la implicación en el metabolismo, debido principalmente a la cafeína, pero también a hormonas como el cortisol o la insulina. Estas relaciones son complejas, y dependen del momento, la cantidad y la respuesta de cada persona en particular.

    Una de las razones que evidencian los diferentes efectos del café en las personas se encuentra en la tasa o el ritmo en la que cada persona metaboliza la cafeína. La cafeína, una vez digerida se descompone y se elimina por el hígado, y nuestro perfil genético define la rapidez y eficacia con la que se desarrolla este proceso.

    Existen personas que metabolizan la cafeína lentamente o de manera poco efectiva. Estas personas se verán afectadas negativamente por la cafeína, mostrando signos de nerviosismo, inquietud o insomnio incluso más de ocho horas después de su consumo.

    En otros solo se producirá un aumento de la energía y estado de alerta durante un par de horas, en aquellas personas habituadas a la cafeína y capaces de metabolizarla de manera efectiva. Por lo tanto, las implicaciones del café en cuanto al metabolismo y sus efectos en el sistema nervioso dependen de cada persona y su capacidad de metabolizar la cafeína.

    En cualquier caso, consumos elevados de café (más de 4 tazas al día) se ha asociado con efectos negativos en el sueño o aumento de la tensión arterial. En el lado positivo, consumos moderados de cafeína son seguros para la mayoría de las personas adultas, por lo que el consumo con moderación es clave para disfrutar del café.

    En cuanto al cortisol, esta hormona producida por las glándulas suprarrenales aumenta la presión arterial, eleva el azúcar en sangre y pone al cuerpo en alerta. El café y la cafeína tienden a aumentar los niveles de cortisol de forma transitoria. Por tanto, si usted sufre de problemas como diabetes o hipertensión debe moderar su consumo de café, o considerar la opción del café descafeinado.

    Acerca del efecto diurético del café, este ha sido uno de los beneficios atribuidos al mismo durante años. Sin embargo, una revisión de 10 estudios acerca de este efecto mostró que un consumo de hasta 550mg de cafeína (equivalente a cinco tazas de café) no tenía un efecto significativo en el equilibrio de líquidos y electrolitos tanto en personas sedentarias como en deportistas.

    En otra revisión, los investigadores concluyeron que el consumo de bebidas con cafeína no conduce a una pérdida de líquidos superior al volumen de líquidos ingeridos, esto es, el consumo y excreción de líquidos era prácticamente igual; y tampoco se asocia con un peor estado de hidratación.

    Mientras que otros alimentos como el chocolate negro o el té verde son populares y conocido su efecto antioxidante, el café los supera ampliamente. De hecho, se estima que los antioxidantes del café pueden suponer más del 50% de la ingesta total de antioxidantes en Norteamérica (lo cual no es necesariamente algo positivo, mostrando una falta en el consumo de verduras, frutas y otras fuentes de antioxidantes).

    Una taza de café puede transformarnos. El café, y más concretamente su contenido de cafeína, proporciona beneficios en el rendimiento físico y mental.
    Un efecto conocido de la cafeína es que reduce nuestra tasa de esfuerzo percibido. Por lo tanto, el trabajo o estudio realizado no parecerá tan duro como efectivamente es.  Se ha analizado el rendimiento de sujetos en estado normal y bajo efectos de la cafeína, mostrando un mejor rendimiento en el tiempo de reacción, memoria verbal y razonamiento visual y espacial. Otro estudio encontró que las mujeres de más de 80 años mostraban un rendimiento significativamente superior en pruebas de función cognitivas si habían consumido regularmente café a lo largo de su vida. Estos estudios son una pequeña muestra, que indican que una taza de café puede darnos el impulso necesario ante tareas importantes que requieran un extra de rendimiento y concentración.

    Existe otro campo en el que se han encontrado evidencias del beneficio del café en el sistema nervioso, concretamente en la afección del Parkinson. La enfermedad de Parkinson es una enfermedad nerviosa que afecta a algo más del 1 por ciento de las personas mayores de 65 años. Sorprendentemente, al menos seis estudios han encontrado que los bebedores regulares de café tienen hasta un 80% menos  de probabilidad de desarrollar Parkinson.

    Hablando de trastornos neurodegenerativos, el Alzheimer es la forma más común de ellas. No existe cura para la enfermedad, que tiende a un empeoramiento progresivo con el paso del tiempo hasta la muerte del enfermo.  Lo diferente en cuanto a la investigación sobre el Alzheimer es que deriva directamente de ensayos controlados médicamente, frente a estudios de simple observación.

    Estas investigaciones indican que las personas que beben de una a tres tazas de café al día muestran una reducción en el deterioro cognitivo en comparación con los que no consumen café. Sin embargo, con un consumo elevado, de cuatro o más tazas al día, no se mantiene la protección asociada. Esta reducción en el deterioro no fue apreciado en el consumo de té o café descafeinado, por lo que el beneficio parece partir de la combinación de cafeína con algunos de los compuestos activos del café.

    Una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad del sur de Florida encontró un aumento en los niveles del factor de crecimiento G-CSF (granulocyte colony stimulating factor), lo que parece reducir la incidencia de la enfermedad del Alzheimer. Las personas con esta enfermedad poseen un nivel menor que el resto de la población, por lo que parece proteger de esta manera la incidencia de la enfermedad. Por otra parte, en un estudio controlado en ratones, el aumento de GSCF inducido por el consumo de café tiende a mejorar su rendimiento cognitivo, es decir, su memoria.

    De hecho, una nueva investigación de la Universidad del Sur de Florida encontró que esta combinación aumenta los niveles en sangre de un factor de crecimiento crítico llamado G-CSF (factor estimulante de colonias de granulocitos) que parece impedir la formación de la enfermedad de Alzheimer. Las personas con la enfermedad de Alzheimer tienen menos GCSF que el resto de la población. El aumento de GCSF en ratones mejora su memoria.

    El GCSF parece mejorar la memoria en ratones de tres maneras, reclutando células madre de la médula ósea hacia el cerebro y eliminando la proteína beta-amiloide que inicia la enfermedad; creando nuevas conexiones entre neuronas, y aumentando el nacimiento de nuevas neuronas en el cerebro.

    Como se desprende en la conclusión de este estudio en ratones: “El café es barato, fácil de obtener y actúa de manera efectiva en el cerebro, en lo que parece atacar directamente el proceso de la enfermedad de Alzheimer, además de tener pocos efectos secundarios para la mayoría de nosotros.” Según los investigadores, ninguna otra terapia en desarrollo cumple con estos criterios.

     

    propiedades del cafe

    Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine y desarrollado durante trece años, en el que se implicó a más de cinco millones de personas, observó que el consumo de dos a tres tazas de café al día estuvo asociado con un 10% menos de riesgo de muerte en hombres y un 13% menos de riesgo de muerte en mujeres, a cualquier edad.

    En general, los bebedores de café tendrían menos probabilidades de morir de enfermedad cardiaca o respiratoria, accidente cerebro vascular, diabetes, lesiones, accidentes o infecciones. No existió evidencia entre la menor (o mayor) incidencia de muertes debido al cáncer y el consumo de café

    Tanto en este último caso como en muchos otros, la mayor parte de las investigaciones son de carácter epidemiológico. Esto significa que se analizan las asociaciones entre dos sucesos, en este caso el consumo de café y la mortalidad e incidencia de enfermedades. El simple hecho de que sucedan dos sucesos no implica necesariamente que mantengan una relación de causa y efecto.  Mientras que un gran número de estudios han encontrado beneficios en el consumo moderado de café (desde una a 4 tazas) un consumo mayor puede ser contraproducente.  Una prueba rápida y fácil de saber como le afecta es analizar como se siente física, mental y emocionalmente tras consumir café y pocas horas después.

    Tenga en cuenta que si bien hay datos positivos del café, el mismo contiene un gran número de minerales, sustancias antioxidantes y compuestos bioactivos , por lo que estos beneficios no se pueden asociar únicamente a la cafeína y ser extrapolado a bebidas energéticas o píldoras de cafeína.

    Por todo lo visto anteriormento, podemos concluir que el café no es una sustancia de la que debamos abusar, especialmente personas nerviosas, fácilmente alterables o con problemas de sueño, siendo recomendable un consumo moderado dados sus beneficios significativos en la salud, incluyendo una mejora del rendimiento físico y mental, tasas más bajas de enfermedades neurodegenerativas y posiblemente tasas más bajas de mortalidad.

     

    Estudios Consultados:

    Association of Coffee Drinking with Total and Cause-Specific Mortality. Neal D. Freedman, Ph.D., Yikyung Park, Sc.D., Christian C. Abnet, Ph.D., Albert R. Hollenbeck, Ph.D., and Rashmi Sinha, Ph.D. N Engl J Med 2012.

    The relationship of coffee consumption with mortality. Lopez-Garcia E, van Dam RM, Li TY, Rodriguez-Artalejo F, Hu FB. Harvard School of Public Health, Brigham and Women’s Hospital, Boston, Massachussetts, USA.  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18559841

    Caffeine suppresses amyloid-beta levels in plasma and brain of Alzheimer’s disease transgenic mice. Cao C, Cirrito JR, Lin X, Wang L, Verges DK, Dickson A, Mamcarz M, Zhang C, Mori T, Arendash GW, Holtzman DM, Potter H.The Byrd Alzheimer’s Center & Research Institute, Tampa, FL, USA.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19581723

    Association of coffee and caffeine intake with the risk of Parkinson disease. Ross GW, Abbott RD, Petrovitch H, Morens DM, Grandinetti A, Tung KH, Tanner CM, Masaki KH, Blanchette PL, Curb JD, Popper JS, White LR.Department of Veterans Affairs, Honolulu, HI, USA.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10819950

    Genome-Wide Gene-Environment Study Identifies Glutamate Receptor Gene GRIN2A as a Parkinson’s Disease Modifier Gene via Interaction with Coffee. PLoS Genet. Aug 2011; 7(8): e1002237.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3158052/

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