Sucralosa: ¿buena o mala?

sucralosa

Los edulcorantes artificiales son productos muy controvertidos en el mundo de la salud, hay muchos puntos de vista positivos y negativos. Antes de entrar en materia problemática hay que explicar qué es la sucralosa. Esta sustancia es un edulcorante conocido por ser el único bajo en calorías que se fabrica a partir del azúcar.

Para extraer la sucralosa del azúcar hace falta un proceso de varios pasos donde se sustituye selectivamente tres átomos del grupo hidróxilo por tres átomos de cloro en la molécula de sacarosa. Estos átomos de cloro crean una estructura molecular que es estable y es 600 veces más dulce que el azúcar.

La sucralosa fue aprobada en 1998 por la Administración de Alimentos y Medicamentos como un endulzante de mesa y para uso en productos procesados. Después fue aprobada por la FDA tras revisar más de 110 estudios de seguridad en animales y en humanos. Pero de esos 110 estudios, según la parte contraria, sólo dos fueron estudios en humanos.

La sucralosa se utiliza en todo el mundo y se encuentra en alimentos procesados, en bebidas de bajas calorías y como endulzante de mesa. Para saber si un alimento lleva sucralosa puedes fijarte que en la etiqueta aparece el E-995.

Una de las particularidades de la sucralosa es que es inerte y atraviesa el organismo sin metabolizarse, ya que después se elimina del organismo. Aunque algunos estudios no están de acuerdo con este dato, según ellos un 11% o 27% de la sucralosa es absorbida por el torrente sanguíneo a través del tracto gastrointestinal, extraída de la sangre por los riñones y eliminada a través de nuestra orina.

Índice

    La sucralosa bajo lupa

    Los estudios que avalan que la sucralosa es un edulcorante bueno para la salud son numerosos. Entre las instituciones que los respaldan se encuentra la FDA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), Health Canada, Estándares Alimentarios de Australia y Nueva Zelanda, el Consejo Japonés de Sanidad Alimentaria y el Comité Conjunto (Organización de Alimentos y Agricultura/Organización Mundial de la Salud) de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA).

    La sucralosa es un edulcorante muy utilizado por personas con diabetes, porque al no absorberse en el cuerpo no pasa a la sangre y no afecta a los niveles de glucosa en sangre. Un punto a favor de la sucralosa.

    Por otro lado, las marcas de sucralosa afirman que a diferencia del aspartamo, es termoestable y resiste las variaciones del pH, es decir, puede ser expuesto a altas temperaturas sin modificar su estructura molecular. Aunque hay estudios que difieren de este dato y exponen que la sucralosa se degrada y comienza a interactuar con otros ingredientes, siendo perjudicial.

    Una de las cuestiones que ha hecho desconfiar a mucha gente son los átomos de cloro presentes en la sucralosa. Pero no hay estudios que aseguren que los átomos de cloro sean nocivos.

    Lo que está claro es que los átomos de cloro en la sucralosa es lo que le libera de calorías, ya que el cloro transforma a la molécula de sucralosa en inerte, química y biológicamente. Por eso el producto atraviesa el cuerpo sin ser metabolizado y se elimina después de su consumo.

    Otro de los temas que hacen desconfiar de la sucralosa es si incrementa los niveles de azúcar, aunque los diabéticos utilizan este edulcorante sin problemas. Un estudio realizado a 17 personas obesas que no consumían regularmente edulcorantes artificiales mostró que la sucralosa si que elevó los niveles de azúcar en sangre en un 14% y la insulina en un 20%. Pero otro estudio realizado en personas sanas y con un peso normal reveló que la sucralosa no elevó ni los niveles de azúcar en sangre ni la insulina.

    Las autoridades de salud aseguran que no existen bases científicas para que aparezcan efectos secundarios adversos tras el consumo ocasional de la sucralosa y muchos especialistas en nutrición afirman que los alimentos dulces pueden formar parte de la alimentación diaria sin problemas, incluso para los pacientes con diabetes.

    Entonces, ¿es mala para la salud?

    Ya hemos visto cuáles son los puntos a favor de la sucralosa, pero ahora le toca el turno a los puntos en contra de este producto. Para resumir hay tres factores negativos que se atribuyen a la sucralosa, el primero es que en vez de ser un producto para bajar de peso, produce un efecto rebote y aumenta el peso y el apetito. Segundo, reduce la población de bacterias intestinales beneficiosas. Y el tercero, produce varios efectos secundarios.

    Algunos estudios muestran que la sucralosa puede perjudicar la regulación del apetito y provocar al aumento de peso. Un estudio realizado en animales y publicado en el Journal of Toxicology and Environmental Health muestra que los alimentos y bebidas de dieta pueden causar graves alteraciones en la bioquímica del cuerpo y arruinar su capacidad para controlar las calorías.

    Según el estudio llevado a cabo por Meghan Azad y sus compañeros de la Universidad de Manitoba, los edulcorantes no calóricos tienen un beneficio casi nulo en personas con hipertensión arterial o diabetes. Además, en otras personas podría elevar el riesgo a un aumento de peso, a tener diabetes tipo 2, hipertensión, accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular. Es decir, los edulcorantes no ayudan a perder peso y encima pueden tener otro tipo de efectos perjudiciales a largo plazo.

    Los mismos estudios también señalan que la sucralosa puede reducir la población de bacterias intestinales beneficiosas, aumentar el nivel de pH en los intestinos, y afectar en los niveles de P-glicoproteínas (P-gp) de manera significativa, de forma que los medicamentos podrían no ser absorbidos. Que la sucralosa destruya hasta el 50% de la flora intestinal es preocupante, ya que la flora ayuda a mantener el equilibrio de los microorganismos beneficiosos y no beneficiosos en el cuerpo.

    Sobre los efectos secundarios de la sucralosa, varios estudios muestran que comer cantidades excesivas de sucralosa puede causar diarrea, hinchazón y gas. Además, los estudios revisados de la FDA mostraron una serie de problemas, como una reducción de los glóbulos rojos, un aumento en la infertilidad masculina o un aumento calcificaciones en el riñón.

    Los edulcorantes artificiales no son nuestros enemigos

    A pesar de los variados puntos de vista los edulcorantes son una herramienta útil para el control de carbohidratos, pero hay que tener cuidado y  no abusar de ellos. Lo mejor es no comer en exceso alimentos procesados que llevan sucralosa, en otros azúcares, y basar la dieta en alimentos naturales y de buena calidad.

    Porque los edulcorantes que son naturales como la miel, el agave o el azúcar moreno son alternativas más saludables al azúcar, pero al fin y al cabo son azúcar. El azúcar produce adicción, al igual que los edulcorantes. Por eso lo mejor es cambiar la forma de comer y sustituir el azúcar por alimentos frescos.

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