Hipotiroidismo: pruebas para detectarlo y tratamiento

hipotiroidismo

Llamamos hipotiroidismo a la situación en la que el tiroides no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea como para cubrir las necesidades del organismo. La causa más frecuente es el hipotiroidismo primario, lo que quiere decir, que es la propia glándula tiroidea la que está fallando por algún motivo. Sin duda, la causa más frecuente del hipotiroidismo primario es la tiroiditis de Hashimoto. Esta enfermedad está producida por anticuerpos del propio paciente que atacan al tiroides hasta que lo destruyen.

Otras causas frecuentes de hipotiroidismo primario son el déficit de yodo, el hipotiroidismo por algunos fármacos o que hayamos eliminado el tiroides como tratamiento de alguna enfermedad tiroidea previa; bien mediante cirugía, lo que se conoce como tiroidectomía, o bien mediante tratamiento con radio-yodo, que sería algo así como "quemar el tiroides".

Esto, en cuanto a las causas de hipotiroidismo primario, porque luego también existe lo que llamamos hipotiroidismo secundario, en el que el problema no está en el propio tiroides, sino que está en la hipófisis, que es el órgano encargado de decirle al tiroides que trabaje. El hipotiroidismo secundario es mucho menos frecuente que el primario y está causado por las enfermedades que afectan a la hipófisis y la destruyen, como son adenomas, un infarto o un tumor.

Índice

    Síntomas

    Os hablaré ahora de los síntomas: Debéis saber que las hormonas tiroideas actúan sobre múltiples órganos y por tanto las manifestaciones de la enfermedad son muy diversas. Eso sí, suelen aparecer poco a poco, son inespecíficas y suelen ser leves gracias al diagnóstico precoz que hacemos hoy en día

    ¿Y cuáles son esos síntomas? Para resumir podemos decir que la falta de hormona tiroidea ralentiza el metabolismo, de manera que, por ejemplo, aparece cansancio y debilidad, disminuye la frecuencia cardíaca, se enlentecen las funciones mentales, se enlentece el tránsito intestinal y puede aparecer estreñimiento, disminuye el recambio de células sanguíneas y puede aparecer anemia, y otras muchísimas manifestaciones que afectan a piel, sistema musculoesquelético, función renal, etc.

    Por suerte, el diagnóstico de hipotiroidismo es sencillo. Simplemente necesitamos una analítica sanguínea para determinar las hormonas tiroideas en sangre, que son la T3, la T4 y la TSH. En concreto, el principal parámetro para determinar la función tiroidea es la TSH, que aumenta cuando falta hormona tiroidea Generalmente consideramos que la TSH es adecuada si se encuentra aproximadamente entre 0,5 y 5.

    Cuando la TSH está por encima de 10, es necesario iniciar hormona tiroidea siempre ¿Pero y qué pasa con los valores intermedios? Cuando la TSH se encuentra entre 5 y 10 es una situación muy frecuente que llamamos hipotiroidismo subclínico y que sería algo así como un principio de hipotiroidismo o un hipotiroidismo leve. En esta situación no siempre se requiere tratamiento y es necesario valorar cada caso de forma individual, porque haremos el tratamiento en función de los síntomas o del tipo de paciente.

    Pero mucho cuidado: Estos valores de TSH que hemos comentado son los habituales en personas adultas, pero cambian radicalmente en mujeres embarazadas o que estén buscando un embarazo. Y es que debemos tener en cuenta que la hormona tiroidea es vital para el desarrollo feto, sobretodo al principio de la gestación.Esto es así porque el feto no tiene su propio tiroides hasta la semana 10, de manera que hasta entonces depende por completo de la hormona de la madre. De aquí viene que utilicemos unos rangos de TSH más estrictos en embarazadas, y que además recomendemos estudiar el tiroides antes del embarazo y no sólo una vez embarazada.

    Tratamientos

    El tratamiento también es sencillo y consiste simplemente en administrar la tiroxina, que es la hormona tiroidea que no está fabricando el tiroides. Hay que destacar que la dosis se debe ajustar a cada paciente y es importante no excedernos, ya que sabemos que el exceso de hormona tiroidea puede provocar complicaciones a largo plazo: como osteoporosis, arritmias cardíacas o incluso aumento de la mortalidad. El seguimiento lo realizamos mediante analíticas periódicas.

    Inicialmente, al empezar el tratamiento se debe hacer un control aproximadamente a las 6-8 semanas. Posteriormente, una vez alcanzada la dosis de tiroxina, se pueden realizar controles cada 6 meses o incluso cada año Por último, quiero explicaros que debéis esperar a largo plazo. Es cierto que algunas causas concretas de hipotiroidismo como la tiroiditis postparto u otras tiroiditis, pueden ser transitorias Pero desgraciadamente la mayoría de causas de hipotiroidismo no mejoran con el paso del tiempo y es necesario suplementar con hormona tiroidea de por vida.

    En este punto os quiero animar y es que mucha gente se deprime cuando se entera de que va a necesitar un tratamiento de por vida. Yo os quiero proponer un planteamiento más optimista, y es que penséis que se trata de una enfermedad crónica, sí, pero con un tratamiento sencillo de realizar, seguro y eficaz y que os va a permitir disfrutar de una vida absolutamente normal Además, no requiere ningún seguimiento complejo, ni pruebas especiales.

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